La huella que deja la pandemia en el emprendimiento

A estas alturas nadie duda de los efectos devastadores que ha tenido la pandemia en el emprendimiento. Especialmente en aquellos emprendedores que forman parte de colectivos desfavorecidos como mujeres e inmigrantes. Se calcula que, si estas personas tuvieran los mismos incentivos para emprender que los que poseen los hombres de entre 30-49 años no migrantes, en la UE habría 9 millones más de personas liderando una iniciativa de emprendimiento. Esto significaría un 50% más de personas interesadas en iniciar un negocio. Aproximadamente, tres cuartas partes de esas personas serían mujeres, la mitad de ellas tendría más de 50 años y un 12% tendría menos de 30 años. Estos son los datos que ofrece el informe The Missing Entrepreneurs 2021, elaborado de forma conjunta entre la OCDE y la Comisión Europea.

El sesgo en el emprendimiento

Este estudio pone sobre la mesa que existen una serie de barreras que hace que se desperdicien esas voluntades de emprendimiento. Ser mujer, migrante o joven (menor de 30 años) es un factor que reduce el apoyo hacia el emprendimiento a través de políticas públicas.

Estas barreras a la creación de negocios en estos colectivos se materializan, principalmente, mediante estas evidencias: dificultades de acceso a la financiación, brecha en las habilidades necesarias para emprender, un menor acceso a recursos públicos y falta de desarrollo de redes y apoyos institucionales.

El sesgo en el emprendimiento

Los negocios regentados por mujeres se vieron más afectados en el inicio de la pandemia

La crisis de la Covid-19, continúa el informe, ha provocado que estos grupos, más vulnerables debido a esta situación, estén más expuestos al cierre de sus negocios. Según datos de un informe conjunto del Banco Mundial, Facebook y la OCDE, en agosto de 2020 las mujeres reportaron un 20% más que los hombres el cierre de sus negocios.

Las políticas inclusivas de emprendimiento ofrecen oportunidades de creación de iniciativas a cualquiera que tenga una idea de empresa sostenible, independientemente de sus características. Lo contrario juega en contra de la innovación y el crecimiento, según señala el estudio. Para ello se proponen una mejor financiación para estos colectivos con una peor representación en el emprendimiento.

Menos acceso a la financiación de sus empresas y brechas de habilidades como principales dificultades

Es el caso de las mujeres. Estas tienen menos iniciativas de emprendimiento que los hombres. En Europa, ellas representan el 5% y ellos el 8%. Los escollos que se encuentran las mujeres para emprender tienen que ver con mayores dificultades en el acceso a la financiación, una brecha en algunas habilidades y barreras de tipo institucional que desaniman para el emprendimiento.

El informe de la OCDE también pone el acento en el colectivo de personas migrantes. Entre 2011 y 2020 la proporción de migrantes autónomos pasó del 6% al 11%. Esto se debe a un mayor número de personas que vienen de otros lugares a trabajar. Pero las políticas dirigidas a empresas no tienen en cuenta este nicho. No se ha reconocido suficientemente esta tendencia en el crecimiento del emprendimiento de personas migrantes. Por lo que, finalmente, se ven apoyadas en su mayoría por organizaciones de base de su entorno. Un apoyo institucional a través de políticas públicas ayudaría a que estas iniciativas incrementaran su calidad, y no estuvieran circunscritas a sectores donde ya existe una excesiva competencia.  

Soluciones: asesoría individual enfocada a la sostenibilidad y la digitalización

Entre las soluciones que se aportan desde las dos organizaciones en el Informe estarían:

  • Un apoyo global decisivo en cuanto a asesorías para el desarrollo de negocios sostenibles, una mayor digitalización e instruirlos en habilidades financieras.
  • Apoyo individualizado tipo coaching. El acompañamiento mediante asesoramiento individual produce mejores resultados que ofreciéndolos de forma genérica.
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